sábado, octubre 08, 2011

Los versos del libro tonto


Ficha técnica:
Los versos del libro tonto
Beatriz Giménez de Ory; ilustraciones de Paloma Valdivia
Ed. Kalandraka, 2011
978-84-15250-03-6


Sinópsis:

“El libro tonto” tropieza, cae, se abre y sus trescientos versos se desparraman en la arena y, libres, huyen por el aire, el mar y la tierra. Los primeros se los traga un gallo veleta; los segundos van a parar a las manos de la sirena Flora; los terceros, los encuentra en la basura un sucio escarabajo pelotero. En el tramo final, los versos dispersos vuelven poco a poco al libro tonto, que se muestra por ello muy feliz.


Fragmento
:
"Pero sueñan./Con alguien./ Que tome/el libro tonto/con las manos./Que lea todos los versos,/en fila/o des/or/den a/dos./ Que aprenda/ de memoria/unos cuantos./ Y los repita/y los repita/y los repita./Cantando."

Opinión: unas poesías preciosas.

Nazaret Hill


Ficha técnica:
Nazaret Hill
Ramsey Campbell; traducción de Manuel de los Reyes y Manuel Mata
Ed. La Factoría de Ideas, 2005
978-84-96525-356-X


Sinópsis:

Amy, una niña de ocho años, la llamaba la casa de las arañas porque la daba escalofríos, hasta que su padre la reprendió por ser tan tonta: no había nada de lo que asustarse, sólo era una mansión con vistas al pueblo. Pero cuando su padre la aúpa hasta una ventana para que pueda mirar dentro, lo que ve difícilmente calma sus miedos.

Fragmento:
"Era más pequeña que las demás, apenas una celda atestada cuyas paredes desnudas rezumaban humedad. Olía como si hubiese permanecido cerrada durante muchos años. Puede que lo que fuera que hubiese estado preso hubiese fallecido allí dentro, porque podía verlo agazapado en la esquima más lejana, con los miembros apergaminados encogidos igual que las patas de una araña muerta, alrededor de su torso demacrado y huesudo, con las ramas ennegrecidas que eran sus dedos hincadas en sus mejillas, como si se hubier arrancado la carne a puñados. En cualquier caso, aquellos dedos se movieron cuando ella se cayó..."

Opinión: Realmente inquietante; un clásico nunca defrauda.